#NI UNA MENOS, marcha el 3 de junio en Plaza Congreso
La acumulación de hechos luctuosos acaecidos desde hace algún tiempo en nuestro país, que tuvieron como víctimas a mujeres, especialmente jóvenes, y sin que importe si fueron pocas o muchas, concita la preocupación de amplias capas de la sociedad que se resisten a aceptar como natural la sucesión de agresiones a mujeres, llegando hasta la muerte de algunas de ellas.
La movilización es auspiciosa; los motivos no requieren de mayores explicaciones. La cuestión es qué contenido se le da. A quién y por qué se le reclama. Son cuestiones fundamentales a establecer para que tan loables iniciativas no se diluyan en el tiempo, y tampoco sean cooptadas por sectores que buscan un rédito político, por sobre todo lo demás.
En materia de adjudicación de responsabilidades, conviene repasar algunos datos de esta infame realidad:
- En 2014 se produjeron 277 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas.
- En 2014 se produjeron 29 femicidios vinculados de hombres y niños. (por “vinculados” se entienden asesinatos utilizados para “castigar” a las mujeres).
- Los abortos clandestinos proliferan en tanto se les niega a las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
- Las redes de “trata de mujeres” que secuestran mujeres para la prostitución no han sido desarticuladas por completo.
- No se investigaron a fondo las vinculaciones de policías provinciales y federal con jueces y fiscales.
- La Ley 16485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, no erradicó ni redujo los hechos aberrantes que ahora se protestan.
- Queda claro que una ley por sí misma no es suficiente si:
- No se modifican pautas culturales y sociales que denigran la vida humana.
- No se producen acciones de difusión, educación y discusión de conflictos en los ámbitos social y familiar, particularmente.
- No se desarticulan los grupos de poder que actúan a través de las redes de trata.
- No se investigan, prueban y castigan las vinculaciones con políticos, policías y funcionarios judiciales, provinciales y nacionales.
La movilización tendrá el carácter de masiva; quedará para el momento posterior a su realización la lectura de sus manifestaciones, y si éstas son capaces de poner el foco sobre los responsables, con pleno acierto.
Es lo que muchos, casi todos, deseamos.
Lic. Jorge Núñez
Mayo 2015