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Reflexión por el Día Internacional de las Cooperativas – 1º Sábado de Julio

2024 – Un mirada amplia y cooperativa de trabajo local y regional.
En el día Internacional de las Cooperativas – 1º Sábado de Julio
Isabel Nicola – CGCyM
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La problemática del desempleo se expande como un obstáculo difícil de remover en la base del desarrollo local, de nuestros barrios, de nuestras comunidades tanto citadinas como pueblerinas. Por ello sostener que la promoción del empleo debemos enmarcarlo dentro de la asociatividad y del cooperativismo y mutualismo con la conformación de grupos locales de trabajo, dueños y administradores a la vez, como eje de una estrategia emprendedora para afrontar las críticas situaciones económicas de nuestra actualidad.

Como profesionales en apoyo al sector del cooperativismo y mutualismo, en la práctica debemos ejecutar el trabajo desde dos miradas integradoras: desde los roles de géneros y desde la recuperación del medio ambiente, y no hablamos de sustentabilidad porque no queremos seguir sosteniendo la degradación ambiental de nuestras comunidades y del mundo. Nuestro rol profesional en el trabajo de apoyo a las cooperativas debe formar parte de estrategias de intervención y rescatando elementos empíricos del sector cooperativo local e internacional.

Es importante mirar la realidad de las categorías del género de las personas tanto en el sector cooperativo como el mutual. En nuestro país, los trabajos reproductivos no remunerados son ejercidos por mujeres en un 76% y representan casi un 16 % del PBI Argentino, según Informe TDCNR 2020. Y en España más del 51% de las personas socias cooperativistas son mujeres y el 58% de las cooperativas de trabajo constituidas en 2022 fueron impulsadas por mujeres (Ucomur 2023). El cooperativismo es más igualitario que otras formas empresariales, en cuanto al acceso laboral femenino.

La importancia del trabajo con estas dos miradas radica en que contribuirá a la transformación de las visiones y las actitudes sobre las ocupaciones, el empleo y el reparto de la carga global de trabajo. Es necesario reflexionar sobre el impacto real que generan las cooperativas en la sociedad y las personas asociadas a ellas: entre otros reducen el desempleo, la pobreza y el impacto es real en el mejoramiento de las condiciones de las personas trabajadoras.

Si hacemos una evaluación cuantitativa indagando la cantidad de cooperativas existentes en nuestro país, podremos obtener cifras relevantes pero la situación requiere ser analizada desde dos aspectos fundamentales:
1) un aspecto cualitativo organizacional e individual. Esto es, indagar sobre el desarrollo económico que han alcanzado nuestras cooperativas, de qué manera han cambiado la vida de las personas asociadas según la perspectiva de géneros y qué cambios culturales han generado en sus comunidades.
2) otro aspecto desde la economía es para conocer el resultado de las cooperativas y el desarrollo del potencial económico local, las capacidades empresariales y de gestión, el impacto en la economía local y regional y las posibilidades de crecimiento a corto y largo plazo mediante evaluaciones ex antes y ex post.

Se trata de visualizar estrategias de intervención; para lograr un mayor entendimiento de los roles de hombres y mujeres; de iniciar discusiones acerca de las desigualdades; de entender el contexto y los cambios sociales. Y en este momento en el que la inteligencia artificial (IA) se difunde velozmente como una herramienta destacada, es fundamental incluir la perspectiva de género en el diseño de los sistemas de IA.

Entre los posibles datos a registrar para el análisis, se cuentan:
1. Análisis institucional de la cooperativa con enfoque de género:
▫ Conductas /conceptos estratégicos en el trabajo
▫ Integración organizacional y recursos
▫ Acceso y control de los recursos (mujer-hombre-jóvenes)
▫ Capacidades para trabajar con perspectiva de género.
▫ Conducción y poder de decisión.
2. Categorización de los trabajos según género.
3. Incorporación de nuevas personas asociadas
4. Dificultades en la gestión organizacional y conducción (segregación horizontal y vertical, por sexo)
5. Estabilidad, condiciones y valoración socioeconómica del trabajo.
6. Evaluar el impacto ambiental en sus cuatro componentes: natural, socio cultural, socio
económico y ambiente político.

Es por eso que en nuestra condición de profesionales cooperativistas estamos capacitados para entregar las herramientas necesarias y oportunas para una acción organizada en la vida comunitaria para apoyar al sector y al desarrollo local.

Importa observar localmente el rol del sistema cooperativo como generador de espacios desde donde construir capital social y avanzar con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas en la certeza que entre ellas no existen prioridades y todas son importantes.

También importa observar que el sistema cooperativo facilita la profundización de la democracia a través de la participación plena de todas las personas involucradas en su organización y genera la autodependencia, no pensando a las cooperativas o a las personas asociadas como entes aislados, sino como entes interdependientes horizontalmente interrelacionados.

El amor, la honestidad, la solidaridad, la empatía, la libertad, la cooperación,
la comprensión y la responsabilidad no se compran ni se venden,
salvo que estemos ante un fraude o una falsificación.